Hornillos revestidos en sepiolita. |
He
leído por allí algunas dudas para limpiar la espuma de Mar o la falsa espuma (yesos).
Primero diferenciemos, la Espuma de Mar de nuestras pipas no es
otra cosa que sepiolita, que es un mineral de fórmula química Mg4Si6O15(OH)2•6H2O.
Pertenece a la
clase Silicatos, subclase Filosilicatos, que presenta como gran ventaja un gran poder absorbente, toda pipa que
lleve el interior de su horno de sepiolita, requiere que esa pieza sea torneada o tallada en la forma que irá,
y ajustada al interior del hornillo, eso sería verdadera Sepiolita; también puede ser sepiolita reconstituida,
en este caso se le agrega según parece un tipo de cemento, se mezcla y se coloca modelándolo para
luego de seco pulir y tornear; pero en este caso ya directamente no estaríamos ante sepiolita pura, y su
capacidad de absorción cambiaría bastante.
El yeso por su
parte, es sulfato de calcio hemihidrato (CaSO4•½H2O), también llamado vulgarmente "yeso cocido",
en estado natural el aljez, piedra de yeso o yeso crudo, contiene 79,07% de sulfato de calcio anhidro y 20,93%
de agua y es considerado una roca sedimentaria, incolora o blanca. Por lo que sabemos en el caso de utilizar yeso,
la cosa cambia, si bien podría tallarse, es impensable que teniendo propiedades plásticas se pierda
tiempo en ello, es mas fácil mezclarlo con agua, hacer una masa y aplicar a presión dentro del hornillo
constituyendo así una pared. Sus ventajas, las mismas que la Sepiolita pura no reconstituida, aislante y
absorbente.
Por lo que vemos
es preferible si se tiene una pipa con hornillo de algo que parece Espuma de Mar que sea de yeso y no de sepiolita
reconstituida (no pongo aquí en juicio las de sepiolita pura talladas, con óptimas propiedades y
costos también óptimos).
En cualquiera de los dos casos si vamos a “limpiar” el hornillo, ya sea Yeso o Sepiolita, no podemos usar el método
de la sal, ya que el yeso y la sepiolita son absorbentes, y absorberían sal que seguramente se fijará
en el material alterándolo, pudiendo llegar a crear una película que selle las paredes y se pierdan
justamente la mayoría de sus ventajas, o depositándose entre la madera y la pieza de yeso o sepiolita.
Nos quedan dos
formas posibles, una es con lijas muy finas y una buena dosis de paciencia, se podrían usar lijas al agua
con agua, ya que pese a que absorbería el agua se secará sin problemas, y el otro método sería
con paños o esponjas mojados en agua o alcohol, fregando con fuerza. Los dos métodos requieren luego
el secado del hornillo que puede hacerse naturalmente (dejando secar) o con un secador de pelo.
Luego de todo
trabajo de limpieza no estaría mal una pasada con lijas al agua muy finas del 1500 hacia adelante (2000)
ya que se abrasaría parte de la superficie permitiendo que vuelva a tornarse absorbente si se impermeabilizó
o selló por los aceites de algunos tabacos, esto redundará en fumadas más frescas y secas.
Emilio Sacchitella