Sépanlo: Somos una Secta. (de la Revista 3 Puntos)
Por Vicente Battista, Escritor argentino, Premio Planeta 1995.
Los fumadores de pipa nos diferenciamos de la masa anónima
que consume cigarrillos. Sin proponérnoslo, constituimos una secta. Es natural, entonces, que por el mundo
se propaguen los clubes de pipas. Sitios en los que es posible toparse con adelantados en el arte de fumar, lugares
en donde resulta natural canjear fórmulas de nuevas y viejas mezclas, mixturas secretas que pronto cargaremos
en una pieza de colección o en una pipa que tal vez no sea de marca noble pero que tiene detrás de
sí una noble historia. En los clubes de pipas repetimos entre expertos esa ceremonia que realizamos en privado:
el placer de saborear un buen tabaco. Fumar en pipa requiere de un tiempo y de un espacio. Cuando ambas cosas se
consiguen, estamos frente a las puertas de un mundo mágico. Para entrar basta con encender el tabaco y dejarse
llevar por el humo y el aroma.
Imágen "A Smoking Club": Grabador: William Dickinson, dibujo de Henry William Bunbury - https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:%22A_Smoking_Club%22_Wellcome_L0016629.jpg
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