Memoria de la pipa
por Giancarlo Albano


Cada pipa Ferrizzo es una obra de arte en sí misma. Arte natural y único: cada pieza es diferente pues está diseñada en base al trozo de madera escogido, respetando su forma y sus vetas. Es así que la talla expresa la forma en que la madera fue surgiendo y desarrollándose, el proceso de convertirse con los años en una sólida raíz o ñudo.

La naturaleza del árbol lo hace crecer en forma de danza, contorneándose desde la raíz hasta la punta de las ramas. El artista capta este proceso y plasma el movimiento en su obra, el cual es refinado y destacado gracias al pulido manual que le aporta el brillo final, resaltado con la aplicación de ceras naturales y propóleos.

Una vez conciente de esto, el fumador puede ser capaz de conectarse con el flujo de la naturaleza, accediendo a la pureza y sabiduría propia de una madera que ha sido parte de un árbol de coronilla por más de cien años, y luego sumergida otro tanto en las profundidades de un río donde comienza y se desarrolla el proceso de curación. Es en el transcurso de este proceso cuando el artista interviene por vez primera, captando la pureza invisible de la madera a través del lodo y extrayéndola cuidadosamente para una posterior talla.


Si el hombre es capaz de guardar información en un diminuto trozo de sílice, más aún lo es la propia naturaleza de plasmar su memoria en cada átomo de la madera. Si es el hombre capaz de emitir y recibir ondas por aire - ondas que nadie ve pero que existen, más aún es la naturaleza capaz de procesar información que existe, pero que no se ve.

Gracias a esta información tan pura y real, la cual proviene directo de la Fuente - sin ser alterada jamás por acción humana alguna, el artista es capaz de realizar su obra, tratando de reflejar la perfección en cada una de sus piezas. Es por esto que el fumador de una pipa Ferrizzo no obtiene tan sólo un implemento para fumar, sino una herramienta de poder y conocimiento.
Como se sabe, la pipa ha sido utilizada durante milenios por diversos grupos humanos alrededor del planeta.
Cada uno de estos grupos le atribuyó un significado especial y sagrado a la pipa y su ritual.
Si bien hay registros del uso de pipas en Europa en el período del Imperio Romano, al momento de la invasión a tierras americanas la práctica se encontraba en desuso en el Viejo Mundo.
Reintroducida al continente europeo por los colonizadores, pronto se volvió una costumbre bastante común en todas las clases sociales. Símbolo de distinción para las elites y compañera fiel para el marinero, la pipa fue perdiendo su atribución original a medida que su práctica se expandía.


Para los pueblos americanos la pipa era un símbolo de unión, una manera de consagrar la paz, un medio de conexión con lo que no se puede ver. Es este el significado original de la pipa, relatado en la Leyenda de Búfalo Blanco de los pueblos de Norteamérica. Este carácter sagrado reviste cada pipa Ferrizzo, conocimiento impregnado en cada molécula de cada pieza, pues es la memoria de nuestros ancestros americanos plasmada por ellos con amor en la naturaleza de la cual eran parte.

Pedro nos dice: "La madera me transmite su vibración, y leo a través de ella la belleza del bosque, su alma repleta de información. La belleza, presente en todo lo que existe, brilla por dentro - aunque no esté reflejada en el mundo dimensional - como un proceso multinatural de crecimiento y perfección. En la mano sostengo la verdad en vibración, en colores y sonidos que, quemándose, se transforman en lo más sutil."