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Tony es un artesano de tabacos. Desde la primera, y de ahí en
más, cada pipa que fuma descubre su pasión. Cada encuentro con el tabaco virgen, preparado para la
mezcla, desencadena una sensación orgásmica cuyo punto culmine es la combustión del preparado,
cuando el humo más sutil penetra en su pecho y se inunda de placer.
En Buenos Aires, a una cuadra de Avenida Santa Fe tiene su laboratorio.
Su taller y taberna; su museo, un viaje en el tiempo y el espacio de los sabores y los aromas del tabaco más
puro y sagrado, aquél que al fumarlo inventa un ambiente lleno de armonía y bienestar.
Izq.: Giancarlo
Albano, Charlie, Antonio Petti y Pedro Ferrizzo
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