Del Haya por necesidad, al Brezo por placer |
Decidió utilizar su taller para producir, y su tienda para vender, las pipas que sus paisanos no podían conseguir de la ahora Inglaterra en guerra. Sus pipas fueron talladas en madera de haya, y los primeros modelos fueron unas bulldog de forma recta. Estas pipas tomaron el nombre de la ciudad donde había nacido Poul, y Pipas Kyringe proveyó a los fumadores de pipa daneses que comenzaron a aumentar en número. El haya no es brezo, por supuesto, pero en tiempo de guerra, resultó ser muy útil. |
Tan cuidadosamente como había elegido el nombre de su marca, eligió el logotipo que la identificaría, y eligió un representativo símbolo inglés, de la época Victoriana, la calesa tirada por caballos. Estos cambios, nombre y logo, fueron un estupendo camuflaje, suficientes para reintroducir sus pipas en el mercado y competir con las de importación. Esto fue en tiempos en los que las pipas danesas no tenían la reputación de la que gozan actualmente, cuando se pensaba que |
La popularidad de las pipas Stanwell - tanto formas clásicas como formas
'modernas o libres' - creció, y en 1969, la fábrica fue trasladada a una mejores y más grandes
instalaciones, en las que todavía se encuentra hoy día, en Borup, aproximadamente a 65 kilómetros
de Copenhague.
Es una fábrica extraordinaria. Grande, muy limpia y dividida en talleres individuales. Al frente está
Jens (se pronuncia Yens) Lillelund, Director Gerente de Stanwell, y Arne Dehli, jefe de producción de Stanwell.
Lillelund ha estado en Stanwell durante 34 años y ha trabajado, codo con codo, con Poul Nielsen Stanwell
hasta la muerte de Stanwell en 1982. Todos en Stanwell parecen estar orgullosos de su trabajo.
La pipas, mientras pasan por las diferentes zonas y máquinas que componen la cadena de producción,
son supervisadas celosamente por los operarios. El hecho de que se produzcan decenas de miles de ellas, no implica
que no reciban todo el cuidado y atención y se exija un estricto control de calidad, digno del más
exigente de los artesanos. Las 100.000 pipas que en un año produce Stanwell es, ciertamente, una cifra
impresionante.
Junto a la atención por el detalle, en cada uno de los pasos, que es exigida
por Stanwell, los diseños (formas) que ofrece la compañía son actualizados temporada a temporada.
Desde los primeros tiempos, cuando Sixten Ivarsson proporcionó los primeros diseños, la compañía
ha fomentado las relaciones con los artesanos, nacionales, de más talento. Diseñadores tales como
Poul Ilsted, Karl Erik, Bjarne Nielsen, Per Hansen, Ulf Noltensmeier, Anne Julie, Jess Chonowitsch y Tom Eltang
han colaborado en la selección y creación de formas impresionantes para Stanwell. Atención
especial merece una serie de seis pipas, comercializada en 1992, que reúne seis pipas diseñadas por
diferentes artesanos y que son piezas auténticamente históricas en los 50 años de vida de
la compañía.
El brezo que utiliza Stanwell para realizar sus pipas, es de épocas de estancamiento del desarrollo del
rosal Silvestre y comienza su tratamiento descansando en recipientes de secado en habitaciones con condiciones,
de temperatura y humedad, controladas durante al menos seis meses. Los bloques son elegidos por el tamaño
y la forma. Unos mil o dos mil bloques son elegidos, para cada forma (shape), dos o tres veces al año,
siempre de acuerdo a la tendencia en la demanda de la forma que más atrae, en esa temporada, al cliente
de la marca.
Los bloques son serrados de manera que se permita encajar mejor en las máquinas y por tanto se logre dar
la forma correcta, en función del diseño que se elige. Entonces se perfora el hornillo y poco a poco
se va realizando todo el proceso hasta lograr una Stanwell lista para satisfacer al más exigente fumador
de pipa.
Las pipas Stanwell son conocidas en más de 40 países, por orden de ventas podemos ordenarlos de la
siguiente manera: Dinamarca, Alemania, USA, Suiza, Rumania, Bulgaria, Letonia, Polonia, República Checa
y Croacia. Y su famoso símbolo de la S con la corona está a la vista en infinidad de comercios de
venta de productos para el fumador por todo el planeta.
Cuanto más he leído acerca de Nielsen, más le he admirado.
Fue un auténtico fuera de serie.
Poul Nielsen, el padre de la marca, tuvo la capacidad de ofrecer a sus compatriotas, en época de carencia
y restricción, unas pipas que les permitieran seguir disfrutando en lo tristes días de la II Gran
Guerra y posteriormente, con una indudable visión de futuro, tuvo la habilidad de todo buen comerciante,
que sabe escuchar y palpar lo que quiere la calle y tiene la inventiva necesaria para ofrecerlo. Porque nadie podrá
negar que hay que tener valor para vender al mercado nacional, una pipa nacional, pero haciendo que todos pensaran
que realmente compraban una marca inglesa y unas pipas inglesas.
Sencillamente, hay que quitarse el sombrero ante él.
Salud y buenos humos, como los humos que emanan de esta billard de Stanwell que disfruto mientras escribo.
Pedro Romero-Auyanet
Canarias